En la actualidad el cuidado de nuestro cuerpo es un tema más recurrente, ya no solo los deportistas se preocupan por estar en forma, tener un buen cuerpo y desarrollar fuerza física. Un buen estado físico no solamente lo obtiene aquellos que entrenan muy fuerte por horas, sino que cualquier persona que haga ejercicio físico con frecuencia aunque sean caminatas enérgicas durante al menos 30 minutos, puede lograr un buen estado físico.

 

La idea es estar bien físicamente para estar saludable y reducir los riesgos de padecer diversas enfermedades y tener por ende una mejor calidad de vida. La cantidad de ejercicio depende del estado de salud, del nivel de entrenamiento y la edad de cada individuo. Practicar actividad física 4 o 5 veces a la semana por 30 minutos o 1 hora, está bien para empezar.

 

Para trabajar en un buen estado físico será necesario realizar un ejercicio aeróbico moderado, como hacer caminatas rápidas de 30 minutos 5 veces a la semana. Realizar actividad física intensa como, por ejemplo, correr durante 25 o 30 minutos 3 veces a la semana. Una buena forma de saber cuál es la intensidad con que se debe hacer actividad física, es medir la frecuencia cardíaca. Realizar ejercicio dentro de los parámetros de frecuencia cardíaca ideal contribuye a mantener sano el corazón, los pulmones y a mantener un buen estado físico.

 

Cómo comenzar a hacer actividad física, será necesario comenzar con hábitos cotidianos y simples, tales como subir por escaleras en lugar de usar el ascensor, ir al trabajo o al estudio caminando o en bicicleta, salir a caminar en la hora de descanso y realizar una actividad que te guste.

 

Lo importante será crear el hábito y para ello será necesario encontrar una motivación y el estímulo para continuar haciéndolo pasado el entusiasmo inicial.

 

El estar en forma te ofrecerá algunos beneficios físicos y psicológicos tales como sentirte mejor, tener más energía, estar activo, realice actividad física intensa sin tanto esfuerzo y tener un peso saludable

 

Además, es beneficioso para el corazón, las articulaciones, los pulmones y los huesos. Disminuye el riesgo de ataque cardíaco, diabetes, osteoporosis e hipertensión y en caso de padecer cualquiera de estas enfermedades, la práctica regular de actividad física ayuda a controlarlas.

 

Favorece el buen descanso, ayuda a manejar y disminuir el estrés y mejora la agudeza mental.