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El Yoga una actividad física, mental y espiritual.
En la actualidad el yoga se ha convertido en una actividad popular, que podemos encontrar en centros especializados o espirituales, en gimnasios o universidades; sin embargo, es mucho más que una actividad física o de meditación ya que como su propio nombre lo indica significa “unión”. A continuación te enseñaré algunas definiciones y los beneficios más importantes de realizar esta disciplina.
Primero, debo mencionar que el yoga se refiere a una tradicional disciplina física y mental que se originó en la India. La palabra se asocia con prácticas de meditación en el hinduismo, el budismo y el jainismo.
El Yoga aporta purificación a nuestro cuerpo y nuestra mente, liberándonos de todas las perturbaciones. El Yoga puede llegar a despertar en nosotros luminosos sentimientos y felicidad, los cuales fortalecen nuestras relaciones con nuestra esposa, los niños, padres, vecinos y compañeros de trabajo.
Así mismo, trabaja el cuerpo para estar sanos y fuertes, pero busca ir más allá: a través de un cuerpo sano se logra una mente clara. La tradición busca esa armonía porque ahí podemos encontrarnos a nosotros mismos. Un cuerpo saludable y una mente serena nos vuelven a conectar con esa parte de nosotros que es sabia e infinita. El yoga es un maravilloso camino de despertar y de crecimiento interior.
Practicar yoga nos otorga más vitalidad, contribuye a reducir el estrés o la ansiedad. Además nos permite sentirnos bien con nuestro cuerpo y aumenta nuestras facultades mentales, puesto que nos permite liberarnos de todo lo que no nos sirve y nos ayuda explorar el potencial maravilloso de nuestro cuerpo y nuestra mente.
Algunos beneficios que otorga el yoga al cuerpo son:
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Ayuda a conservar la salud y tratar algunos problemas
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Permite dormir mejor.
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Alivia el dolor de espalda.
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Contribuye a solucionar los síntomas de la depresión.
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Permite superar temores.
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Aumenta la pasión por la vida.
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Incrementa la autoestima.
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Da más sentido a nuestra vida.
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Aumenta la flexibilidad en articulaciones y músculos
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Incrementa la fortaleza física, trabaja los músculos y moldea el cuerpo.
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Aporta energía y la vitalidad
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Nos enseña a respirar mejor
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Ayuda a disminuir el envejecimiento
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Estimula los órganos internos a través de ejercicios específicos
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Trabaja el sistema inmunológico, el sistema digestivo, el sistema respiratorio
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Mejora la vida sexual
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Nos hace sentir menos cansados
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Contribuye a un pensamiento positivo
Recuerda que el yoga es apropiado para todos, no importa la edad, o el estado físico. Es independiente de las creencias de cada cual, porque no un dogma o una religión, aunque tiene elementos comunes con algunas tradiciones religiosas; podría decirse entonces que es un sistema psicológico, filosófico y científico.
El yoga nos ayuda a enfocarnos, a fortalecer la capacidad de goce y la fuerza de voluntad, a regular los procesos metabólicos, a aumentar la agilidad y la elasticidad, a desintoxicar el cuerpo, a revitalizar cada órgano, a estar siempre jóvenes. La salud está en nuestras manos, así como la dicha, el gozo y el crecimiento espiritual.
Muchas veces pensamos que la práctica del yoga es para personas con una condición física o flexibilidad extraordinaria; por el contrario, el yoga es para lograr flexibilidad en el cuerpo, fortalecer la musculatura y calmar la mente. Una actividad que puede realizar cualquier persona que tenga disposición para integrar los tres aspectos fundamentales de esta disciplina, cuerpo, mente y espíritu.
Si sientes curiosidad, si quieres hacer algunos ejercicios para estirarte o relajarte, o si estás decidido a tomar una clase de yoga por primera vez, a continuación te presentamos información que puede ayudarte a estar más familiarizado con algunos nombres y posturas que es probable que surjan durante la práctica.
Sin embargo, antes de empezar te sugiero que si vas a practicar yoga sea con la orientación de un profesor calificado, especialmente cuando estamos empezando puesto que algunas posturas pueden tomar más tiempo y no debes formar tu cuerpo, no te olvides del calentamiento previo, pues te permite preparar tus articulaciones y músculos, además de despertar tu organismo gradualmente, especialmente tu sistema respiratorio.
Sin más introducción te presentamos unas posiciones básicas del yoga para principiantes que conforman la secuencia conocida como “Saludo al Sol” o “Suryanamaskara”. Esta es una secuencia de posturas que flexibilizan y fortalecen tu cuerpo.
Primera colocación: “Postura de la Montaña” Alarga tu cuerpo, busca tu centro y respira profundo, luego exhala por nariz lentamente. Libera tus brazos y relaja hombros.
Segunda colocación: “Postura de la Montaña hacia arriba”. En esta colocación subes tus brazos y respiras profundo. Tu vista está en el cielo, une las palmas de tus manos.
Tercera colocación: “Postura de la Cigüeña” Bajas los brazos y torso, mientras exhalas lento y buscas con la frente tus rodillas y las manos se van a los tobillos.
Cuarta colocación: “Postura del Plegado frontal” Respira profundo elevando tu cabeza hacia adelante, logrando con ella la altura de la pelvis y alargando toda tu espalda. Cuida de no forzar hacia atrás tus rodillas.
Quinta colocación: “Postura de la Plancha”. Debes exhalar mientras llevas una pierna hacia atrás y luego la otra, para estirar ambas y alinear tu cuerpo. Los codos siempre están unidos a la cintura y debes estirar muy bien tus piernas para proteger las rodillas. No descuelgues la pelvis o la cabeza.
Sexta colocación: “Postura del Perro boca arriba”. Respira profundo al mismo tiempo que bajas tu pelvis al piso y subes tu cabeza. Cuida mucho de no forzar tus codos; lo mejor es que los flexiones un poquito y liberes los hombros hacia abajo.
Séptima colocación: “Postura del Perro boca abajo”. Puedes llegar a ella directamente subiendo la pelvis y bajando tu cabeza. Cuando el cuerpo no está suficientemente fuerte, para evitar lesión en la columna, lo mejor es que primero bajes tu cabeza, apoyes rodillas y manos al piso, y luego subas la pelvis estirando piernas, empujando tus talones al piso y alargando la espalda, como si acercaras tu pecho a las rodillas. Exhala mientras llegas a esta colocación.
Octava colocación: “Postura del Plegado Frontal” o Urhva Uttanasana. Regresas a esta postura inhalando, acercando primero hacia adelante un pie y luego el otro, para elevar por adelante tu cabeza y torso. Exhala mientras bajas de nuevo a “Postura de la Cigüeña”, bajando las manos a los tobillos y la frente hacia las rodillas.
Novena colocación: “Postura de la Montaña hacia arriba” llegas a ella subiendo tus brazos por los lados, tu cabeza y torso buscan dirección al cielo y tus manos se unen arriba. Respira mientras te elevas.
Decima colocación: “Postura de la Montaña” o Tadasana. Exhala lento y baja tus brazos al descanso a la par de la cadera.