Si en algo las personas tienen prejuicios, es en la temperatura del agua al momento de tomar una ducha; dado que para muchos el agua fría les causa disgusto, a otros el agua caliente les resulta mejor para comenzar el día, pero algunos afirman que por el contrario el agua fría les ayuda a despertar.

 

Sin embargo, existe algo en común en la mayoría de personas, el gusto por darse una ducha a una temperatura media… pero tendríamos más beneficios si  el agua está realmente fría. Esto se debe a que los especialistas en el área de la salud, no dejan de elogiar los beneficios ocasionales de una ducha fría. Sin embargo, algunos parecen opinar de forma diferente en cuanto a la temperatura ideal.

 

Por esta razón, hoy te presentamos las virtudes de la ducha fría.

 

Los beneficios de la ducha fría se originan por el choque térmico de un agua entre 15º y 20ºC y un cuerpo teóricamente a 37,5º en el cual se generan efectos beneficiosos para el organismo humano y para la piel.

 

Por otra parte, el agua fría reforzando primeramente las defensas inmunitarias del organismo, así que la ducha con agua bastante fría es un tónico que previene la aparición de enfermedades como la gripe, los refriados estacionales, e incluso ciertos tipos de cáncer, según los especialistas.

 

También, se le atribuye la capacidad de ayudar a estrechar las arterias y las venas para reforzar el sistema cardiovascular y mejorar la circulación sanguínea.

 

Otros especialistas, atribuyen una serie de beneficios para la piel y la calidad del pelo, o incluso para combatir el exceso de peso. Algunos llegan a afirmar que la ducha fría favorece la producción de hormonas de fertilidad en los hombres.

 

Sin embargo, aunque existe beneficios se deben tomar una serie de precauciones. La ducha de agua fría, no cabe duda de que presenta muchos beneficios para la salud del organismo en general. No obstante, conviene saber que también se pueden dar una serie de inconvenientes si el cuerpo sufre algún tipo de golpe hipodérmico. Por eso conviene tomar ciertas precauciones antes de meterse debajo del agua.

 

Esto hace referencia al conocimiento popular, transmitido por nuestras madres respecto al momento de tomar una ducha; dado que puede ser perjudicial para la salud someter al cuerpo y al cerebro a un traumatismo repetido, haciéndose daño inútilmente. Por esta razón, algunos médicos piensan que no conviene exagerar tomando sistemáticamente una ducha fría.