Ejercicios para el adulto mayor.
La actividad física en las personas de la tercera edad, es igual de importante e indispensable, como para aquellos que se encuentran en otras etapas de la vida. Pero por tratarse precisamente de este grupo de personas y teniendo en cuenta todas las modificaciones a nivel corporal que se producen con el paso del tiempo, es que el programa de actividad física debe estar enfocado no solo en mejorar su estado de salud, sino en proporcionarles bienestar y tranquilidad mientras lo realizan.
Se deben tener en cuenta ciertos aspectos que garanticen que el ejercicio es lo suficientemente efectivo como para darle calidad a sus condiciones de vida, pese a las dificultades físicas o de salud, por las que atraviese cada individuo.
Tipo de ejercicio. Para las personas de la tercera edad, un ejercicio sencillo y natural es caminar o subir escaleras. Realizarlo en grupo o en parejas y en lugares en los cuales estén en total contacto con la naturaleza, puede ser de gran ayuda para la respiración, la relajación y permite que la actividad se torne más agradable y divertida. Se recomienda evitar pesas y ejercicios bruscos como saltos o lanzamientos.
Intensidad. Es aconsejable una frecuencia óptima de tres veces a la semana, con una duración aproximada de 30 a 45 minutos sin necesidad de aumentarla con el paso de los días. Lo importante es que por medio de esta actividad, el adulto mayor comience a experimentar mejoramiento en su frecuencia cardiaca y en su resistencia. Se recomienda suspender la actividad, en caso de presentar fatiga.
El estado de salud y condición física. Cada persona, según las enfermedades o alteraciones de salud que presenta, tiene ciertas limitaciones; lo ideal es reconocer que el proceso de ancianidad de cada uno es totalmente distinto y que de esto depende la intensidad, la frecuencia y el tipo de ejercicio que deberá realizar.
