¿Fajas y plásticos en el ejercicio?.
Muchos han sido los comerciales de televisión que nos han vendido la idea de que con utilizar una faja podemos reducir medidas en nuestro abdomen, que incluso quemamos grasa con solo estar sentados pero que paso cuando queremos incluir estas fajas a nuestras rutinas de entrenamiento,¿En realidad funcionan?.
![](https://static.wixstatic.com/media/72febb_672223f6ab0f45c095f889fda872177b.jpg/v1/fill/w_980,h_879,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/72febb_672223f6ab0f45c095f889fda872177b.jpg)
La respuesta directamente es no. Ya que las fajas sirven para sudar más no para perder grasa; recuerda que sudar no es sinónimo de eliminar tejidos adiposos. Ponerse fajas o plásticos durante el ejercicio provoca un aumento de la temperatura corporal, similar a cuando tenemos fiebre y obviamente, este golpe de calor no es recomendable para tu cuerpo.
Recuerda que cuando realizamos una rutina de ejercicios, debes utilizar ropa que esté ventilada, cómoda, que absorba el sudor y que sea holgada; pero al emplear esta prenda extra lo único que sentirás será una presión y agobio que al final nos hará rendir menos en nuestra rutina de ejercicio.
Adicionalmente, al hacer ejercicio con faja se bloquean los poros, dificultando la refrigeración natural del organismo. Cuanto más frescos y cómodos estemos durante las rutinas, más efectivo será el entrenamiento.
Aunque no lo creas, las fajas provocan la aparición de flacidez y celulitis porque hacen una presión exagerada que impide la circulación correctamente. Una realidad completamente contradictoria a la que nos venden por televisión.
Adicionalmente, las fajas ocasionas también irritación y picor en la piel porque las sales minerales que expulsamos durante la sudoración, son abrasivas; con la faja, estas sales se quedan demasiado tiempo en la superficie de la piel; impidiendo la respiración norma de nuestra piel.
Recuerda que el hecho de sudar no significa estar haciendo bien tu rutina ni mucho menos que lograrás tus objetivos; lo más seguro es que consigas deshidratarte y rendir menos en tu rutina; porque finalmente te fatigas antes de lo normal.
Por lo tanto, debes mantenerte hidratado para no perder muchas sales minerales, ni deshidratarnos. Sudar es buenísimo para eliminar las toxinas del cuerpo lo único malo es provocar de forma artificial esa sudoración excesiva. Así que piénsalo muy bien.